Alabado sea el niño y alabados sean el poder, la confianza y la luz que habita en vosotros, hijos míos, soy su madre y siempre estaré en estos grandes momentos de cambios y reestructuración con amor y entrega infinita.

Alabado sea el niño y alabados sean el poder, la confianza y la luz que habita en vosotros, hijos míos, soy su madre y siempre estaré en estos grandes momentos de cambios y reestructuración con amor y entrega infinita.

Nos encontramos aquí en este momento a través de esta hermana de Luz (Luz, su nombre madre) para seguir brindándoles comprensión, que continuará ayudándoles a avanzar en estos tiempos tan delicados para vosotros, hermanos habitantes de la tierra.

Amados hermanos, en presencia de su verdad y divinidad interna, les pido reconocer los dones de amor y luz que sus hermanos de otras dimensiones traemos para vosotros y compartimos con todo ser vivo en la tierra.